Despierta tu genio

La medición del Cociente Intelectual (CI) se basa en una distribución estadística normalizada, conocida como curva de campana, con una media fijada en 100. Esta distribución ilustra la variabilidad natural de la inteligencia humana dentro de la población, mostrando una mayoría de puntuaciones concentradas en torno a la media, mientras que los valores extremos, por encima de 130 o por debajo de 70, son más raros. Las pruebas estandarizadas de CI, con una desviación típica de 15, muestran que la mayoría de los individuos (alrededor de 70 %) se sitúan en un intervalo de puntuaciones de 85 a 115, lo que ilustra una distribución en gran medida homogénea de las capacidades intelectuales.

Sin embargo, es fundamental reconocer que el CI no es un atributo estático ni determinado exclusivamente por la genética. La investigación contemporánea ha puesto de relieve la plasticidad de la inteligencia, revelando que las puntuaciones del CI pueden cambiar significativamente con el tiempo en función de las experiencias, la educación y el compromiso cognitivo de cada individuo. Esta dinámica subraya la importancia de la estimulación intelectual constante para favorecer el desarrollo y la adaptación de las capacidades cognitivas. En última instancia, entender el CI a través de la curva de campana proporciona un marco para interpretar la diversidad de la inteligencia humana, al tiempo que pone en perspectiva el potencial evolutivo y adaptable de nuestro intelecto.